De escritores, tragos y destilados, por Pepe Seoane

Que sean destilados en esta ocasión. El título de la obra "Mezclados y agitados" es el primer guiño. Nos lleva al popularísimo Bond, James Bond, el personaje cread por Ian Fleming a quien hemos visto pedir champagne Bollinger, pero, sobre todo, reclamar su martini, sea "mezclado, no agitado" o "agitado, no revuelto", sin necesidad de acudir al detalle ni a la revisión puntillosa de todas las películas. De la ginebra al vodka tampoco es tan grande la distancia... Y si Bond ha sabido cambiar de reloj a lo largo de su historia, por qué no iba a elegir un destilado diferente. Aunque, eso sí, mezclado, no agitado...
El escritor Antonio Jiménez Morato (Madrid, 1976), editor, colaborador habitual de prensa en medios españoles y argentinos, presenta "Mezclados y agitados" como una obra dedicada a los escritores y sus cócteles. Sean cuales fueren sus motivos, se ha quedado en 39 autores, sin llegar a la cifra redonda que darían las cuatro decena,s o el medio centenar. Es una obra que destila simpatía y aporta no pocos guiños para que el lector se empape de la pasión alcohólica de tantos escritores como ha querido escuchar.
La selección es generosa. De Baudelaire a Hemingway, de Dostoievski a Pessoa, sin olvidar a Dorothy Parker, a Roberto Boaño, a John Cheever, o a Gabriel García Márquez. Es un discurrir curioso el que propone el autor en esta obra, en la que asocia combinados con autores, algo que siempre va a resultar discutible, según la parte de la historia que cada cual conozca, o que quiera retener. Sin ir más lejos, quien haya tomado un daiquirí en el Floridita, en La Habana, podría jurar que el Nobel de 1954 y premio Pulitzer en 1953 había incorporado a su identidad alguna referencia al combinado de ron. Y que, puestos a vincular escritores y tragos, el suyo sería el daiquirí. Pero no. Va a ser Alejo Carpentier quien aquí defienda la gloria del daiquirí. Es la apuesta del autor y merece toda la consideración, como la merece una obra que se presenta como un paseo desenfadado por un camino objetivamente poco frecuentado. "Mezclados y agitados", de Antonio Jiménez Morato, es un libro que invita a transitar por el siempre delicado mundo de los combinados y la coctelería, aunque, en algunos casos, como cuando hablamos del sol y sombra, no es precisamente glamur, ni entusiasmo, lo que sugieren algunos tragos, sean los que en la obra se asocian con autores de referencia, u otros que quizás hayan quedado para mejor ocasión.
Hay vida más allá del gintónic. Como la hay detrás del cubata de toda la vida. Y del café irlandés, del Martini y del Campari. Y hasta más allá del otrora denostado y ahora reivindicado carajillo, o del whisky, un clásico donde los haya en todo tipo de letras.
Publicado en el Suplemento Especial de La Voz de Galicia el 25 de noviembre de 2012